Hago siempre lo que quiero, sería el correlato obvio del titulo. La razón es sencilla de deducir. Para viajar no hace falta tener dinero sino iniciativa. He conocido viajeros de toda índole y puedo asegurar que muchos de ellos viajaban casi sin dinero. El deseo de viajar hacia que siempre encontraran la manera de darle solución a ese problema.
Hasta a los lugares mas recónditos e inaccesibles se puede arribar con poco dinero, lo que si es indispensable es el espíritu de aventura y fundamental estar dispuesto a todo durante dicha travesía.
Desde las clásicas artesanías o la venta de comestibles en la playa hasta lo no tan usual de ser parte de la tripulación de algún buquecito por el Amazonas. Son todas posibilidades en un sin fin de cartas que pueden estar bajo nuestra manga. Y lo mas lindo es que no necesitamos tener el as.
En resumen lo que se necesita es decisión y por supuesto tener el temple suficiente para estar abierto a un abanico de contingencias, de las que solo podremos saber una vez terminada la aventura.