Si bien no es provechosa hacerse esta pregunta, ya que cuando uno sale a las rutas prima la inconciencia. O mejor dicho el espíritu de “rebeldía”. No sé decir a ciencia cierta cual sea el elemento pero sin dudas la adrenalina que se siente estar ahí en el asfalto no tiene precio.
Un amigo suele decir que es algo así como “una filosofía de vida”. No sé si este tan de acuerdo con tal afirmación, pero si puedo asegurarles como dije en otras oportunidades, no tiene sentido hacerse las mil y una preguntas. El que le busca el pero a toda situación se queda en el pero no más.
Quienes hemos tenido la oportunidad de viajar por años dentro de nuestro país y en otros países haciendo dedo, creo que difícilmente cambiemos este mecanismo por otro, al menos mientras nos mantengamos jóvenes de espíritu.
Pero volvamos sobre el propósito de este tema, dar razones de porque salir a dedo es una experiencia imperdible y por sobre todas las cosas alentarlos a uds, lectores, a emprender su próximo viaje dándole una oportunidad al pulgar.
Con amigos camioneros, antes de salir via Ipiales - Mercado de Corabastos, Bogota, Colombia
Ya lo dije con anterioridad, uno conoce mucho mas y mejor viajando de esta manera. Tiene contacto directo con la población local o al menos con gente que ha recorrido nuestro próximo destino un sin fin de veces y tiene mucho para decirnos y aconsejarnos. No creerían, pero miles de veces las recomendaciones mas útiles me las dieron en la ruta viajando de una ciudad o pueblo a otro.
Ahora ven que de otra forma jamás hubiese tenido datos muy provechosos que me hubiesen permitido disfrutar en mayor medida mi viaje y ser mas racional a la hora de recorrer varios destinos. Y hasta he conocido muchos lugares gracias a quien me llevaba, ya sea porque me recomendó ir a esos lugares o porque mejor aun, me acompaño directamente al lugar en cuestión.